-No, esto no funciona así.- Se dijo a si mismo mientras volvía a intentarlo, no era la primera vez que trataba de que ESO anduviese, pero todavía no lograba descubrir como hacer andar aquello que se asemejaba mucho a una cajita musical.
Boca arriba, boca abajo, de costado... No, aquello no se abría. Él creía que allí habría alguna carta, o dinero, ya que estaba seguro de que algo contenía y que no pesaba nada. Había buscado la pequeña llave por todo el lugar, estaba en una casa abandonada, parecía que allí hubo un incendio hacía mucho.
En ese momento, desistió a la idea de abrir aquella intrigante cajita de porcelana, pero igualmente se la llevó con sigo. La mañana siguiente, se levantó como siempre solía hacerlo, y comenzó su día. Al volver a su casa, él se sentía algo vacío, como de costumbre, pero esta vez... Ésta vez HABÍA algo que haría que eso cambiara.
Se durmió con la pequeña frágil caja en sus manos, y soñó, soñó cosas que jamás habría imaginado:
Se encontraba en una antigua casa, tenía esposa y dos hijos, ambos jugaban en el parque, su esposa se acercaba y mantenían una charla muy amena y llena de calor de hogar, esa mujer lo hacía muy feliz y llenaba su alma. Ella le dijo algo al oído, le dio la pequeña cajita de porcelana y le dio el truco para abrirla.
Despertó conmocionado, casi llorando por el calor que su corazón había sentido en aquel sueño, e intentó abrir la caja como recordaba en el sueño...
-No puede ser, es imposible...- La caja se abrió, y dentro de ella una carta escrita a mano, y en un compartimento descubrió una alaja en forma de corazón, lo abrió y se sorprendió aún más... Dos fotos, una de él y de una muy bonita mujer.
Aquella carta hablaba del amor que esa mujer tenía por él, que al parecer tenía otro nombre. -¿Cómo puede ser, si yo recuerdo mi vida entera?- Terminó de leer la carta, la cual tenía la fecha al final de ella, junto con la firma de la mujer... 17/03/1702
Y aquél hombre entendió, que el vació que sentía ya no lo iba a atosigar nunca más, porque descubrió el amor que mantenía con esa mujer, y recordó lo puro y cordial que era...
11 julio 2010
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