01 agosto 2010
Plácidamente dormido en su cama de laureles
Acariciando en un sueño el fruto que se robó
Seguramente creyó que sus errores no duelen
Y en su delirio inconciente el puñal te clavó
Habrá que ver qué deciden ahora las huestes
Claman venganza, la culpa quieren escarmentar
Seguramente creerán la palabra que miente
La miserable fortuna que te toca aguantar
¿Pero a qué le dan más valor?
¿A la envidia o a la razón?
No tengo tiempo para juzgar
Sólo me arrimo a los que se animan a compartir lo que nadie da
Y si en mi casa no hay más lugar
Para que anide la falsedad
No me interesa lo que opinás
Si lo que digo no te hace mella
O te atropella la vanidad
No tengo tiempo para pensar
Sólo me arrimo a los que se animan a compartir lo que nadie da
Y si en mi casa no hay más lugar
Para que anide la falsedad
No me interesa lo que opinás
Si lo que digo no te hace mella
O te atropella la vanidad
¿Pero a qué le dan más valor?
¿A la envidia o a la razón?
No tengo tiempo para pensar
Sólo me arrimo a los que se animan a compartir lo que nadie da
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